jueves, 1 de septiembre de 2011

Sevilla en un fin de semana

Ahora que hemos vuelto de las vacaciones y que el tiempo empieza a acompañar creemos que es el momento ideal para sugeriros conocer Sevilla en un fin de semana, esto es, en dos días.

Obviamente, la ciudad ofrece muchas posibilidades por lo que es imposible conocerla en dos días. Sin embargo, hoy pretendemos haceros un MUST de la que ha sido calificada recientemente como “uno de los destinos más interesantes y bonitos del mundo”. Y si no, que se lo pregunten a Dustin Hoffman en “Ahora los padres son ellos”, que se vino a Sevilla para aprender a bailar flamenco.

Toda ruta que se precie debe comenzar en uno de los monumentos más característicos de la ciudad. Nuestra ruta comenzará en la Plaza de España, joya de la arquitectura sevillana del S. XX. Desde ahí caminaremos hasta el Prado de San Sebastián admirando la Real Fábrica de Tabaco, sede de la Universidad de Sevilla, y tomaremos el tranvía, denominado Metrocentro, hasta la Catedral, que fue construida a principios del S. XVI, y que contiene los símbolos de la ciudad: La Giralda y El Giraldillo. Hay que subir a La Giralda y contemplar las maravillosas vistas que ofrece del horizonte sevillano.

 
Después de visitar la Catedral, una de las más grandes del mundo, recomendamos un paseo por Los Reales Alcázares puesto que sus jardines son sencillamente espectaculares. Luego se puede continuar por el Barrio de Santa Cruz, paseando por sus estrechas calles y haciéndonos fotos en el Callejón del Agua, en el Hospital de los Venerables o en la Plaza de Doña Elvira. Aprovechando que estamos en el Barrio de Santa Cruz, y que las tapas sevillanas son sublimes en esta zona, podemos tomar un gazpacho, sangría, pescaíto frito o unas buenas croquetas en Las Teresas o en Casa Placido, ambos bares con un encanto espectacular. No en vano Las Teresas está considerada uno de los 1.000 bares del mundo que se deben visitar, según una publicación neoyorquina.

Con el estómago lleno, paseando, deberemos acercarnos a la Casa de Pilatos, en pleno barrio de la Judería. La Casa de Pilatos es del S. XV y es muy famosa por aparecer en películas como Lawrence de Arabia o El Reino de los cielos.

Desde la Casa de Pilatos pasearemos hasta la Plaza Ponce de León para dirigir nuestra visita hacia la Plaza de la Campana. En ese trayecto podremos admirar otra de las joyas arquitectónicas de Sevilla, el recientemente inaugurado Metropol Parasol, al que también deberemos subir para apreciar las vistas de la ciudad. El Metropol Parasol, popularmente conocido como “las setas”, puede ser visitado durante el día, para admirar su belleza, o durante la noche, en la que se encuentra completamente iluminado.


Al llegar a la Plaza de la Campana, podemos tomarnos un café y un pastel para reponer fuerzas en la famosa Confitería de la Campana, y continuaremos nuestra travesía por la calle Sierpes, conocida por albergar la prisión en la que estuvo encerrado Miguel de Cervantes. Junto con Sierpes, la calle Tetuán, que es paralela, son dos de las calles más comerciales de Sevilla. Al final de ambas calles se encuentra la Plaza Nueva, la cual alberga el Ayuntamiento de Sevilla, máximo exponente del renacimiento sevillano y un precioso edificio.

Después de todo el día caminando, la zona en la que se encuentra es también de las más aconsejables para cenar inigualables tapas sevillanas. Para ello le recomendamos calles como Joaquín Guichot, con su singular Sierra de Sevilla, o la calle Gamazo, con bares como La Taberna o la Bodeguita Antonio Romero. Para terminar el día podrá tomar una copa tranquila en Capitol (Plaza Nueva) o en Picalagartos (Plaza de San Francisco). Si quiere algo más de ambiente puede acercarse al Barrio del Arenal, donde existen multitud de bares, pubs y discotecas.

Si nos queremos levantar temprano en nuestro segundo día podemos ir al Barrio de la Macarena, visitar su Muralla y su Arco, desayunar unos churros con chocolate en la churrería de enfrente del Arco de la Macarena y oír misa en la Basílica de la Macarena, una de las más bonitas de Sevilla.

Si no queremos madrugar el segundo día comenzaremos en el Barrio del Arenal. Desde la calle Adriano nos dirigiremos al río Guadalquivir, giraremos a la izquierda y nos encontraremos con La Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. También veremos a la derecha la Torre del Oro, donde podemos hacernos una típica foto sevillana. Caminaremos hacia el sur, dejando el río a nuestra derecha y cruzaremos por el Puente de San Telmo hacia la Plaza de Cuba.


Una vez en la Plaza de Cuba giraremos hacia la derecha por la calle Betis y habremos entrado en el popular Barrio de Triana. Aquí también podremos hacer una parada para tomar el típico pescaíto frito de Triana en bares como El Kiosco de las Flores o la Primera del Puente. Detrás de la calle Betis se encuentra la Plazuela de Santa Ana, en la que se encuentra la preciosa Iglesia que lleva el mismo nombre.



Volviendo a la calle Betis, a nuestra izquierda aparecerá el puente de Isabel II, más conocido como el Puente de Triana, el cual deberemos cruzar para volver al centro de la ciudad. Justo en el principio del puente, en la acera de la izquierda, veremos la Capilla del Carmen, denominada cariñosamente “el mechero” por lo pequeño de su tamaño.

Después de cruzar el Puente de Triana entraremos por la calle Reyes Católicos, pasando por la calle San Pablo y haciendo una parada en su imponente iglesia. Por la calle de Bailén accederemos hasta la Plaza del Museo, donde suele ponerse un mercadillo de obras de arte muy interesante, además de albergar el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el cual es parada obligatoria.

Bajando por la calle Alfonso XII llegaremos a la Plaza del Duque y desde ahí tomaremos por la calle Trajano hasta la Plaza de la Alameda, donde podremos relajarnos tomando un café o una copa en uno de sus numerosos bares con terraza.

Desde aquí, bajando por la calle Calatrava llegaremos al Puente de la Barqueta, símbolo de la Exposición Universal de Sevilla’92, pudiendo verse a la derecha el Puente del Alamillo, también construido para dicha Exposición. Cruzando el Puente de la Barqueta se accede al recinto que fuera utilizado para la Expo, y que hoy acoge al parque de atracciones Isla Mágica, un parque empresarial y diferentes facultades de la Universidad de Sevilla. Pero no será necesario que lo visitéis porque la visita podría acabar viendo la puesta de sol desde el Puente de la Barqueta y volver a cenar a la Plaza de la Alameda.


Aunque se nos quedan muchos sitios por visitar, esperamos que esta pequeña guía rápida os sirva para haceros una idea de la ciudad. ¡Qué lo disfrutéis!

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